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LA SEGURIDAD EN INTERNET VA DE MAL EN PEOR
Mercè Molist
"Hay
millones de delitos informáticos que no se denuncian y los que sí, sólo
el 9% acaban en detenciones", afirmó la investigadora Erin Kenneally en
la reunión anual del Anti Phishing Working Group (APWG), celebrada la
semana pasada en Barcelona. Y eso no es nada según el asesor de las
Naciones Unidas, Raoul Chiesa: "Por suerte los terroristas aún no saben
atacar las infraestructuras críticas, que están desprotegidas en todo
el mundo".
El pesimismo y las descripciones apocalípticas sobre
la inseguridad en Internet dominaron la reunión del APWG, que congregó
a expertos internacionales de la industria, las universidades y las
fuerzas de la ley. Una representante del Federal Bureau of
Investigation (FBI), Donna Peterson, aseguró: "Estamos desbordados, hay
demasiada información por investigar y no podemos ir a más velocidad.
Han robado mi propia identidad tres veces en el pasado año".
El
robo de identidad, sean contraseñas o datos bancarios, es la estrella
de los fraudes en Internet que, según la empresa S21sec, se han doblado
en un año. El 62% son casos de "phishing", que se está cebando en el
Sistema de Nombres de Dominio: los criminales registran o secuestran
dominios y los dan a ordenadores infectados bajo su control, que actúan
como señuelo para que los incautos introduzcan datos bancarios. Al
cambiar velozmente el dominio de una máquina a otra, dificultan mucho
su localización.
Esta es una de las tretas que usa el gusano
Conficker, el más mencionado en la reunión como ejemplo del auge del
código malicioso, que dobla sus cifras cada año y sobrepasa en ritmo de
crecimiento al "phishing". Panda Security detectó 20 millones de nuevos
virus en 2008. Cambian muy rápido, tanto en su forma como en los
mensajes de correo en los que viajan, las páginas web en las que se
esconden y las direcciones IP de las mismas. Se necesitan meses para
descifrar su código, cuando antes se hacía en días.
"Sólo hay
que ver los millones de números de tarjetas de crédito a la venta en la
red para darse cuenta de que afecta a mucha gente", afirmó Ero Carrera,
de Hispasec Sistemas. Entre 30 y 40 grupos organizados que actúan como
mafias dominan este mercado. La más conocida y perseguida, la
ruso-ucraniana Russian Business Network, posiblemente autora de
Conficker.
Hasta ahora se creía que las mafias tradicionales no
estaban en el cibercrimen, pero Shinichi Tankyo, de Hitachi, desmontó
este mito al afirmar que, a finales de 2008, fueron detenidos en Japón
miembros de la Yakuza por una estafa de "phishing". "Les cogimos porque
lo hicieron bastante mal, no estaban preparados, pero cada vez vemos
más casos de crimen electrónico relacionados con la Yakuza", afirmó
Tankyo.
El asesor de las Naciones Unidas Raoul Chiesa añadió
otro vector: los terroristas. "Las infraestructuras nacionales críticas
están desprotegidas en todo el mundo y los gobiernos no lo entienden.
El mes pasado el jefe de ciberterrorismo norteamericano se quejaba de
que no podía hacer su trabajo porque nadie le escucha", explicó Chiesa
a "Ciberpaís".
Según el asesor, "los terroristas aún no se han
dado cuenta del potencial de dejar a una ciudad sin agua o
electricidad". Ejemplificó el peligro con acontecimientos recientes
como unos paneles luminosos en las carreteras de Texas, que alguien
manipuló para que emitiesen el mensaje "Zombies más adelante"; el
cambio del trayecto de un tranvía en Polonia, hecho por un niño de 16
años, o la infección de aparatos médicos en hospitales de San Francisco
por el gusano Conficker.
Chiesa seguró: "China ataca
regularmente otros gobiernos" y le dio la razón el investigador Shishir
Nagaraja, quien denunció los frecuentes ataques chinos contra la
Oficina del Dalai Lama. El más crítico fue a finales de 2008:
"Secuestraron un mensaje de correo legítimo que alguien mandaba a la
oficina, pusieron un virus en el adjunto y lo reenviaron a quien iba
dirigido, infectando así nuestras máquinas y robando información
confidencial".
Nagaraja se quejó de que los gobiernos pequeños y
ONGs no pueden defenderse ante estas amenazas porque "el coste no es
asumible, necesitamos defensas más baratas. Lo que nos proponen las
empresas es inútil. Sólo nos queda entrenar bien a los administradores
y poner toda la información secreta "offline"".
¿HAY DEFENSA POSIBLE?
Antes,
defender una red informática se basaba en proteger su perímetro frente
a Internet, con la ayuda de cortafuegos, detectores de intrusos o
antivirus. Hoy, los expertos coinciden en que el uso de aparatos
móviles y sistemas interconectados ha hecho desaparecer el perímetro y
sólo queda defender globalmente Internet.
Según Dean Turner, de
Symantec, la solución sería modificar el comportamiento de los
internautas: "Necesitamos escritorios seguros donde los usuarios no
puedan equivocarse, controlar qué tipo de información envían, limitar
sus movimientos y formarlos". En este sentido, Leonardo Amor, de
Telefónica, recordó que su empresa ha bloqueado más de 250.000 ADSLs
españoles por mandar spam y virus.
Ero Carrera, de Hispasec
Sistemas, propuso modificaciones técnicas: "No hay que confiar en nada
que venga de la web y usar cajas de arena o virtualización para todo lo
que entre, de forma que no pueda afectar a las aplicaciones del
sistema". Carrera recordó que "hay muy buenos ingenieros en países
donde no hay industria y el cibercrimen es la forma de ganar dinero con
lo que les gusta".
Para Toralv Dirro, de McAfee, "hay tanto
dinero en juego que hay mil razones para pensar que seguirán. La
solución sería que no fuese rentable, ¿pero cómo? Van a mucho más
velocidad que nosotros, necesitamos la colaboración de gobiernos,
fuerzas de la ley y fabricantes, ir todos a una".
La idea de
un asalto coordinado contra el cibercrimen flotó a lo largo de toda la
reunión, haciéndose más fuerte cuando hablaron los representantes de
las fuerzas de las ley, quienes pidieron un acercamiento también de
investigadores privados y públicos. Incluso hubo quien propuso la
creación de brigadas especiales dedicadas a patrullar la web.
La
mayoría de representantes de la ley denunciaron que tanto el
intercambio de información entre ellos como las fórmulas para denunciar
en línea son inefectivas y deben estandarizarse. Les cortó Donna
Peterson, del FBI, al decir: "No poder compartir datos entre países es
un impedimento para las investigaciones, pero es también una forma de
proteger tus datos".
Copyright 2009 Mercè Molist.
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