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LOURDES MUÑOZ: UNA POLÍTICA DEL SIGLO XXI


"HAY MUCHOS LOBBIES QUE INFLUYEN Y POCO POLÍTICO QUE SEPA DE INTERNET"


Lourdes Muñoz se merece el apelativo de hacker. Una hacker introducida en un sistema llamado Congreso de los Diputados y recién nombrada Portavoz de Sociedad de la Información y Telecomunicaciones del Grupo Socialista. Hablar con ella es bascular entre la mujer política y la internauta avanzada. No sabrías decir cuál pesa más en su discurso, que hilvana mientras hace esquemas en un papel. 38 años, nació en Barcelona. Cuando los tecnolobbies van a venderle motos, dice que les dice: "Oiga usted, que soy ingeniera informática".


-¿Qué piensas de los hackers?

-Que son unos incomprendidos. Hoy leía una noticia en "El País" que confundía hacker con delincuente.

-Es una sorpresa que una política sepa que un hacker no es un criminal.

-Porque lo mezclan todo. Un hacker es alguien que intenta saltarse un poco el sistema para conseguir algo, pero no es un delincuente.

-¿Qué hace una mujer como tú metida en política?

-Estoy desde los 14 años, cuando entré en las Juventudes del Partido Socialista. He estado en asociaciones de estudiantes, grupos de mujeres, toda la vida me ha gustado lo público.

-¿En qué consiste tu trabajo de portavoz?

-Coordinas el trabajo de los diputados de tu comisión y las propuestas del Grupo Socialista sobre estos temas, que primero tienen que pasar por ti. Negocias con el ministerio, organizas las preguntas que se harán en pleno a tu ministro, negocias las leyes, quién será su portavoz...

-Wow. Eres poderosa.

-Jaja. Un poco. Es la primera vez que hay un portavoz de sociedad de la información.

-Esto demuestra el interés del gobierno.

-Sí, es un tema que cada vez será más político.

-Con lo poco que me gusta que los políticos se metan con la red.

-El Parlamento marca las reglas del juego y, si los políticos no estamos al tanto, al final sólo decidirán las multinacionales y lobbies.

-Desde este punto de vista...

-Lo que a mí me preocupa es que hay muy poca gente política fijándose en los temas de sociedad de la información. Hay muchos lobbies que influyen y poco político que sepa de esto. Así, llega una multinacional, se reúne contigo, te explica una visión de la realidad y, si no tienes criterio...

-...haces leyes surrealistas como exigir que la gente se instale programas con "spyware".

-Esto es del Paquete de Telecomunicaciones, que viene de Europa, pero no se ha aprobado aún.

-En octubre lo aprobarán, dicen.

-O no lo aprobarán, hay margen para apretar en todo. Ante una directiva europea, los gobiernos tienen mucho que decir, nuestros parlamentarios europeos, los comisionados...

-Pero si Europa dice A, tú tendrás que decir A.

-Hay un margen. Todas las directivas tienen una parte obligatoria y otra flexible, aunque es verdad que normalmente marcan mucho.

-Europa está cada vez más dura con el control de los internautas...

-Sí y no me gusta. Ahora ha entrado en el poder la nueva derecha europea, que está mucho por estos temas. No las tengo todas conmigo, sinceramente, y por eso creo que los ciudadanos deben hacer presión.

-¿Enviándote un mail a tí?

-A todos, empezando por Zapatero. Si es una directiva europea, a los diputados europeos y luego, cuando hagamos la ley aquí, a nuestro parlamento.

-Estas leyes surrealistas demuestran que los políticos no tienen ni idea.

-Los políticos no tienen por qué ser ingenieros, pero sí necesitamos más gente política que no sólo abra el correo y mire el diario, sino que navegue y se plantee que tenemos que garantizar derechos en Internet porque, si no, retrocederán. Tampoco creo que no haya que regular nada. Hay que regular las cosas igual como hacemos en el mundo real, ni más ni menos.  

-Tú eres ingeniera. ¿Cómo se te ocurrió?

-No lo sé, pero en 8ª de EGB ya quería ser informática. En mi casa nunca hubo ordenadores ni nadie interesado. Me gustaban mucho las matemáticas, yo soy muy de ciencias, cuadriculada. A los 16 años, un noviete me regaló un Spectrum.

-¿Y qué tal?

-Bien, probando cosas. Después, en 1º de carrera tuve un PC con 2 disqueteras, lo más moderno entonces, de 512 kb. Con él hice los programas de la carrera, en Pascal, en C, y cuando programaba en Unix lo hacía en la facultad. He programado hasta las tantas de la madrugada en la FIB (Facultad de Informática de Barcelona), vaya que sí. Yo soy "fiber".

-¿Qué te gustaba más?

-La organización de la información. Trabajé como analista de gestión hasta octubre de 1999.

-Debía haber pocas mujeres en la facultad.

-Eramos 10 de 120 en mi clase.

-¿Allí nació tu feminismo?

-Se reafirmó. Eran la mayoría tíos raros y yo, un poco princesita, terrible, jaja. Por suerte llegué allí con una amiga.

-Hicisteis piña.

-Entrar sola debía ser muy duro. Mira si era sexista, que el primer año la facultad estaba en la 9ª planta del edificio de Ingenieros Industriales. Pues las chicas teníamos que ir al lavabo a la 2ª planta, porque no había. Casi no te daba tiempo en los descansos, arriba y abajo con el ascensor.

-No debía ser muy cómodo...

-Ni igualitario. Era un espacio muy masculino, lo que no signica que mis compañeros fueran machistas sino la estructura.

-Es como cuando Amaya Rodrigo, de Debian, contaba que iba al SIMO y los comerciales pasaban de ella.

-El machismo no es sólo que te sometan, también lo es que te traten como a una estraña. Los espacios informáticos, más que machistas, son espacios muy masculinos y las mujeres no tienen sitio en ellos. Hablo muchas veces con la gente del software libre, a quienes aprecio mucho pero les digo que, como espacio de libertad que son, deberían plantearse por qué en esta sala sólo hay hombres.

-¿Cómo se podría cambiar?

-Incentivando. El otro día decía a Hispalinux: ¿Por qué no haceis que en los proyectos haya un porcentaje de mujeres, para visibilizar a las programadoras, que las hay y buenas? Si las chicas ven que sólo hay hombres programando, es difícil que se les ocurra hacerlo.

-¿Cuándo descubriste Internet?

-La segunda mitad de los 90, en la época de Terra. Fui muy chatera durante una época.

-¿Dónde chateabas?

-En el Nescafib, el chat de la facultad de informática. Luego vino el IRC.

-Te hiciste famosa en la red en 2005, al abrir un blog donde relatabas tu experiencia con el huracán Katrina.

-Sí, lo monté yo misma, con ayuda de Montse Boix, a quien conocía de estar las dos apasionadas por el tema mujeres e Internet. Pero antes ya había montado cosas, aunque no eran personales, me gustaba experimentar. En el 2000, cuando entré en la Secretaría de la Mujer del Partit Socialista de Catalunya (PSC), monté una red de mujeres y también usamos Internet en el proceso precongresual del partido. Después, cuando fui Secretaria de la Mujer, lo primero que hice fue montar un espacio de mujeres en la web del partido.

-Te he oído en alguna charla exigir a la clase política que abra blogs.

-A algunos casi les he obligado, sí. El hecho de participar en espacios de comunicación en Internet da la posibilidad de transparencia a los políticos, de explicar lo que piensas, qué haces.

-¿Cuánto tiempo pasas en la red?

-Bastante, aunque tengo poco tiempo. Al menos el Google Reader y el correo los miro cada día. Por suerte, ahora nos han puesto ordenador en el escaño.

-¡Vaya!

-Sííí :) Ayuda mucho porque, aunque no puedes hacer cosas profundas como escribir o investigar, sí puedes mirar los RSS, limpiar el correo, organizar cosas...

-¿Usas software libre?

-A medias porque el ordenador que más uso es el portátil que pone a nuestra disposición el congreso y lleva instalado lo que ellos deciden, como una empresa, no puedes instalarle cosas porque no es tuyo.

-¿Con Windows?

-Sí.

-¿Vista?

-XP. Luego, al final del mandato tienes la opción de comprarlo, que por cierto me peleé con ellos porque decidí comprarlo y querían hacerme pagar 400 euros por licencias de Office. Yo no lo quería, les dije que me lo quitaran y ellos que si esto no estaba previsto, no se les había ocurrido que alguien no querría el Office.

-¿Cómo acabó?

-Después de enfadarme y luchar mucho, al final me lo quitaron.

-No sabía que los politicos tuvieseis estos problemas...

-No los tiene nadie más que yo, que soy la rara, jaja. Es que, además, en la pasada legislatura habíamos aprobado la Proposición No de Ley (PNL) de libertad de opción y, por tanto, yo tenía que tenerla. ¿Por qué debo utilizar una marca que no quiero?

-¿Entonces, la ley no funciona?

-Era una PNL, no una ley, un posicionamiento, que es el primer paso hacia la ley. Decía que la gente debe poder escoger el software a la hora de relacionarse con las administraciones. A final de legislatura se convirtió en ley, a través de unas enmiendas dentro de la Ley de Acceso Electrónico a los Servicios Públicos, que deberá cumplirse antes de diciembre de 2009.

-Recuerdo que hubo algunas críticas a esa PNL...

-Sí, al punto 7, de gente que quería sólo software libre. Pero bueno, es la primera vez que se aprueba algo así y lo conseguí. Igual si lo hubiésemos pedido todo no habríamos tenido nada.

-¿Qué decía el punto 7?

-Que cada vez que una administración pública compre software tiene que evaluar una opción libre y una privativa. Muchos, que compran software para la administración, ni se plantean comprarlo libre. Ahora como mínimo tendrán que escribir un informe explicando por qué no lo han comprado.

-¿Microsoft presiona mucho al gobierno?

-¡Buf! Bastante. Todas las empresas, legítimamente...

-... intentan hacer lobby.

-Evidentemente. Se reúnen con los diputados, el gobierno, organizan grupos de debate a los que te invitan. Asistimos porque tenemos que escuchar todas las posturas, aunque esto no evita que yo tenga una propia.

-¿Os hacen regalos?

-No. Pero una de las cosas que más me ha sorprendido del Congreso es la capacidad que tienen las empresas para intentar influir. Grandes compañías, como Microsoft, organizan periódicamente actos a los que invitan a diversos cargos públicos.

-¿La SGAE también influye?

-Y tanto. Están bien situados. En el trámite de la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información (LISI), se notaron las presiones de diferentes sectores. Los de derechos de autor de las películas me vinieron a ver con ¡seis abogados!. Pero debemos legislar según el interés de la ciudadanía.

-¿Qué opinas del canon?

-Es complicado. Prefiero canon y derecho a copia a no tener derecho a copia, estoy por el sistema europeo. El inglés y norteamericano es no tener derecho a copia ni a compartir información por Internet.

-Ya, pero...

-No nos equivoquemos: en las campañas de no al canon hay gente con voluntad contra el canon, pero también hay movimientos que, si rascas un poco, piensas: ¿Qué querrán? Con la LISI, el PP no quería canon, ni copia, ni poder descargar archivos, y además quería cerrar webs por temas de propiedad intelectual. Hay muchos intereses creados.

-¿Y tú, cómo querrías el canon?

-Creo que a la gente en general no le molesta pagar un poco, si tiene claro que hay un beneficio social. Su enfado no es tanto por pagar el canon sino por su destino y gestión. Por tanto hay que incluir sistemas más transparentes y deberíamos abordarlo en esta legislatura.

-¿Ergo, estás a favor del intercambio de archivos?

-Sí.

-Pues en Europa se persigue cada vez más.

-En España el Ministro de Industria dijo que aquí no pasaría y creo que lo tiene claro. La gente ha intercambiado cosas toda la vida. ¿Desde cuándo en el mundo físico los ciudadanos no pueden compartir un libro o una mesa?

-Pero yo no pago canon por la mesa.

-La propiedad física es diferente de la intelectual, este es el gran problema. Estamos en una etapa de transición: la red y la nueva sociedad generan nuevas posibilidades, mientras que el viejo mundo continua funcionando como siempre, con la copia, lo físico, los usos limitados... ¡Qué te voy a contar!

-Cuenta, cuenta.

-Antes, un reloj que sólo había 3 en el mundo tenía más valor. Ahora, un móvil tiene valor porque todo el mundo lo tiene. Los atómos se pueden usar una vez, los bits muchas y tienen más valor cuanto más se intercambian. Estamos en una etapa de conocimiento y lo que cuenta es la organización de la información y la creatividad. De aquí sale la cultura del Creative Commons y el software libre, donde la manera de generar riqueza no es cerrando las cosas.

-Cierto.

-Pero, por otro lado, a mí me da pena ver que Ana Belén tiene que hacer un anuncio en la tele. En esta etapa de cambio, hay una gente que ha producido cultura mucho años y ha sido trabajadora, porque no son super potentados, han hecho toda su carrera, tienen los derechos en manos de las discográficas y ya no pueden echarse atrás, están en medio.

-Cierto también.

-Creo que hay que ayudar a esa gente y compensar su agravio porque son parte de la cultura de nuestro país, siempre teniendo claro que vamos hacia un nuevo modelo de empresas culturales donde intercambiar es el futuro. Si no, es como ponerte donde pasará una riada, al final te llevará.

-Que es lo que está pasando.

-Porque no se están aprovechando las oportunidades. La clave es apostar por un nuevo modelo de industria cultural, porque en España hay una lengua, la castellana, que hablan 300 millones de personas, por tanto se debería hacer una apuesta de música y cultura por Internet que podría consumirse en todo el mundo. Hay que poner dinero en esto y dinamizarlo.

-Y no se hace.

-En Estados Unidos se vende mucha música por Internet. En cambio, intenta comprar canciones españoles sueltas, no las encuentras. Hay una disputa entre las empresas culturales y las operadoras, no se ponen de acuerdo para repartirse el pastel. Por eso estamos viviendo esta guerra, no nos equivoquemos. Las empresas culturales siguen con el modelo antiguo, quieren que compremos un CD por Internet pero, a lo mejor, sólo queremos una canción. ¿Alguien ha pensado en ofrecer las 10 canciones más famosas de Ana Belen en Internet a un euro? Pero ella no puede hacerlo individualmente. Entonces, aquí hay una gente que no quiere cambiar. Debemos tener música española en Internet a un precio asequible.

-¿A la clase política también la está cambiando el nuevo mundo?

-Sí, pero no al ritmo que nos pide la gente.

-¿Internet te ha ayudado como política?

-No sé si me ha ayudado a progresar políticamente, no creo que en España estemos en una etapa tan madura, pero me ha aportado cosas: no concibo mi blog como un espacio donde yo hablo y la gente traga, sino donde compartir cosas. Cuando tengo una iniciativa política me encanta recibir comentarios y críticas. Recuerdo, con la PNL de libertad de elección de software, que se generaron un centenar de comentarios y algunas cosas las incorporé después en la PNL. Escucho lo que la gente dice.

-Pues serás la única. ¿Cómo debemos hacer los internautas para entrarle a un político y contrarrestar a los lobbies?

-Todos tenemos correo electrónico.

-¿Lo miran?

-Sí y cuando la gente protesta se nota. Ahora bien, hay un límite de saturación: cuando una semana, por una iniciativa, llegan 15 o 20 mails la gente dice: Oye, hay movimiento con esto. Y se comenta. Pero cuando te hacen como con el canon, que te mandan 5.000 mensajes al día y te bloquean el correo, provoca el efecto contrario.

-Se entiende.

-Pero sí, miramos el correo, y empieza a haber políticos con blogs. En el Congreso somos 38, tengo los enlaces en mi web. Hay un 13% de diputados con blog. Y el presidente del Parlament de Catalunya tiene Twitter.

-Tú también, y un canal en Youtube, y estás en Facebook... Y recuerdo haber oído que, cuando presentábais la PNL en el Congreso, tenías contacto por mensajería instantánea con expertos que te ayudaban en las argumentaciones.

-Hay otro gran tema que nos trae la era digital y que está relacionado con la política: en Internet prima lo individual, que no significa individualista. En cambio, la política se organiza alrededor de lo colectivo, que también está bien porque tienes un proyecto, creas grandes líneas y todos vamos a una.

-¿Puedes explicarlo mejor?

-En la red, cada cual tiene su blog y, en un momento determinado, por una campaña concreta, la gente se une. Están en varios sitios, con varias identidades. Por ejemplo, yo estoy en la red feminista de Montse Boix, la socialista, la de software libre, no estás sólo en un sitio, en un partido y ya está.

-¿La política irá por aquí?

-Debe mirar esta nueva realidad. Pero ¿cómo juntamos a esta gente activista, con ideas políticas pero no encuadrada en organizaciones, que quiere formas más libres y laxas, con la organizacion de los partidos? Por eso es muy importante que los políticos tengan blogs y, más aún, que lean los blogs de otra gente. Yo les digo: Ves a Technorati, escribe "Debate Zapatero" y mira qué dice la gente.

-Otro tema en el que has batallado es la neutralidad de la red.

-Es básico y podría estar en peligro. El otro día, en una charla, decía que tenemos diversos temas importantes de derechos en Internet: la promoción del software libre, los usos sociales de la red, perque se está alfabetizando a la gente para que sean consumidors de Internet y no ciudadanos de la red, esto me preocupa mucho. También que no hay capital riesgo y, por tanto, no tendremos innovación...

-...y la neutralidad de la red.

-No le estamos prestando atención, mientras que en EEUU lo están debatiendo. Si perdemos la neutralidad, todas las oportunidades se habrán acabado.

-Uy.

-Perder la neutralidad de la red es como si dijésemos que debe haber carreteras para los Porsches y Mercedes y carreteras para los otros. No. Una cosa es que tú puedas tener un coche mejor o peor o decidas ir por autopista, pero tienes derecho a pasar por todas las carreteras.

-¿Y en qué falla España?

-En que no está siendo un debate público, nadie habla de ello, como si no nos afectase.

-¿Hay riesgos ahora mismo?

-No es un momento de riesgo, pero no hay conciencia de lo importante que es. De momento hay neutralidad porque la red se montó así, pero los operadores ya se están moviendo. Debe haber oportunidades para todo el mundo, así que intentaré que no nos la quiten.



Mercè Molist




 
Copyright 2008 Mercè Molist.
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Entrevista publicada en la revista @rroba. N. 132



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