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ENRIQUE DANS: EL FAMOSO BLOGGER
"TODO EL MUNDO HABLA DEL TAMAÑO DE MI EGO"
Si no es el blogger más conocido de la España conectada,
poco le falta. Enrique Dans, nacido en A Coruña, levanta
críticas y halagos con la misma pasión desbordada.
Detrás de su traje, su 1,95 de altura, sus 43 años,
más de 20 con la misma novia, sus clases, sus conferencias, sus
contactos, vislumbramos al niño grande, hiperactivo, deseoso de
atención, que jugó a ser famoso y vaya si lo
consiguió. Cuando acabemos la entrevista escribirá en su
Twitter: "Me da que va a ser muy comentada". Pues vamos a ver.
-¿Cuántos contactos tienes en Facebook?
-Una locura, 1.300 o algo por el estilo, he perdido todo nivel de
selectividad. A quien viene y tiene algún contacto que conozco,
le digo que sí.
-¿Qué enseñas en tus clases?
-Tengo un curso troncal, Sistemas de Información, donde cubres
la arquitectura de sistemas de información de las empresas. Y
electivos, ahora uno de Web 2.0 y empresa.
-¿Se enteran de algo las empresas?
-Provienen de una época en que estaban en un mercado masivo,
donde no se diferenciaba: ibas con un anuncio o un producto igual para
todo el mundo. Ahora entran en un momento en que la tecnología y
la competencia les fuerzan a ser más personalizados, a tener
relaciones más humanas, y les cuesta mucho.
-Es curioso que la tecnología nos obligue a ser humanos...
-Totalmente. La idea de la Web 2.0 es la red de las personas, el que yo
pueda expresarme casi al mismo nivel de un periódico y ponerme
en un sitio donde la gente me pueda vincular, leer, tiene unas
implicaciones brutales.
-Hace poco, el creador de Moodle me hizo notar que la Web 2.0 no ha
inventado nada: la interactividad ya existía, pero las
herramientas eran más difíciles.
-La propia noción de Internet y el protocolo que lo soporta
provoca la interactividad, porque cualquier mensaje que divides en
pedacitos y reagrupas al otro lado es intrínsecamente
democrático por la forma de transmitirse. Pero durante
muchos años la posibilidad de subir contenido sólo estaba
al alcance de los frikis.
-Como hacer una web.
-Tenías que "hostearla", saber HTML o conocer los programas. No
eran cosas que el común de los mortales supiera hacer ni
quisiera aprender, sonaban raras.
-¿Qué hace un biólogo metido en estos berenjenales?
-Por una serie de casualidades. Cuando estaba en primero de carrera, en
el 83, a mi padre le tocó un tercer premio de la lotería.
Yo quería un coche y dijo que no: Un ordenador. Era un IBM
clónico, un Elbe, sin disco duro. Y yo: ¿Papá,
para qué quiero esto? Yo lo que quiero es ligar y esto es de
frikis, con esto no se liga.
-Entonces más bien no.
-Empecé como usario, usando programas, no hice ningún
curso. En paralelo iba haciendo la carrera, que me pareció poco
práctica, excepto un tema de cultivos marinos que en aquella
época estaba muy de moda en Galicia y tenía sus
subvenciones. Busqué sitios que me pudiesen enseñar
cómo montar una empresa y fuí al Instituto de Empresa. Al
terminar, alguien se había dado cuenta de que yo podía
explicar tecnología sin dar miedo, al no ser informático
no hablaba raro. Así que me pidieron que me quedase dando clase
y les dije que no.
-¿Porque no habías estudiado informática?
-No. Querían una persona que formase en hojas de cálculo,
presentaciones... cosas que sabía usar y explicar de forma
natural. Dije que no porque no me apetecía dar clase, pero
cuando me dijeron lo que pagaban por sesión, me quedé. Y
me encantó.
-¿Eres autodidacta, entonces?
-Hombre, llegó un momento en que el instituto dijo que
sería bueno que me doctorase en una universidad americana, ellos
lo pagaban. Pasé cuatro años en UCLA, en Los
Ángeles, doctorándome en Sistemas de Información.
-¿Fue allí cuando entraste en Internet?
-No. En el Instituto empezamos a dar clase con Internet muy prontito,
también por casualidad, Julián de Cabo y yo. Una persona
le regaló un módem, que fue una historia rocambolesca:
estaba en Marruecos, encuentra a un español que le habían
robado el dinero y le presta para volver. El tío después
le mandó el dinero y un módem, porque habían
estado hablando de tecnología, con las instrucciones para
conectarse a su BBS, en Salamanca.
-Pues sí que es rocambolesco.
-Era el año 93 y empezamos a jugar con aquello, nos abrimos
cuentas en Compuserve... Al cabo de unos meses, vino una persona de la
secretaría general del instituto casi a echarnos, en plan:
¿quién tiene una novia en Salamanca, qué es eso de
tantas llamadas interurbanas? A Estados Unidos me fui en el 96.
-Y vuelves en el 2000.
-Y veo que vengo de un sitio donde todo lo que tenga una "e" delante se
hablaba muchísimo, en cambio aquí estaba empezando, poca
gente hablaba de estas cosas y yo sí. Empecé un
consultorio en "Expansión", después una columna,
después una sección en "Cinco Días". Entre 2000 y
2003, cuando abro el blog, tuve bastante participación en prensa.
-Así, primero fuiste periodista y después entraste en la comunidad.
-Yo escribo como puedo, un periodista es otra cosa.
-Hablando de periodismo... Leí que te habían regalado una Blackberry, ¿es cierto?
-Me regalan todas las que salen, una detrás de otra.
-En tu blog he visto bastantes posts dejando muy bien a Blackberry. Si fueses periodista, no sería ético.
-Yo no escondo que me lo han regalado. Y por ahora me han gustado
mucho. En mi blog cuento lo que vivo, no intento ser neutral. A partir
de un punto determinado, te mandan un montón de cosas. Lo
único que no admito es que me digan que hable sobre ellas.
-Has sido un "boom". De repente, estabas en boca de todos. ¿Qué ha pasado?
-Para mi ha sido un continuo. Entre 2000 y 2003 tengo una lista de
artículos y citas en medios... Si me dan la oportunidad de
hablar, intento hacérselo fácil al periodista.
-Es que buscas en Google Mercè Molist y Enrique Dans y, aunque
yo empecé antes a moverme por la red, tú tienes muchas
más entradas que yo.
-Porque no me callo ni bajo el agua. Y un blog te da eso: me he pasado
varios años actualizándolo 3 veces al día, que eso
ya no eres un blogger, eres un spammer, pero es que me lo pasaba muy
bien y, para mí, era un reciclado perfecto porque cada cosa que
te pones a escribir es una buena forma de reflexionar sobre ella,
entonces esto alimentaba mis contenidos de clase y, allí, te
encuentras "feedback", con lo que tienes reacciones para contarlo en
una conferencia o escribir un artículo en prensa. Es un ciclo.
-¿Piensas que además tienes algun tipo de sintonía con la gente?
-Intento moderarlo al nivel que me piden. No puedo escribir a una
audiencia técnica porque no soy un técnico y, si lo
intento, voy a meter mucho la pata.
-Esta es una de las grandes críticas contra tí.
-Hay gente que interpreta que puede decidir quién puede hablar o
no de según qué cosas, como el tío que te pone un
comentario que dice: ¿Y vas al Internet Security Forum? Eso es
inmoral porque yo llevo años hablando de seguridad y a mí
no me llaman y a ti sí. Bueno, tío, pues algo haces mal.
Yo no voy allí a hablar de la parte tecnológica de la
seguridad sino de las implicaciones de la tecnología en las
personas y compañías, que es lo que sé.
-Critican mucho que hables de cosas técnicas sin ser técnico.
-Es que no hablo de cosas técnicas sino de mi
interpretación de ellas, y a veces está bien y a veces
mal, tengo entradas en las que he metido la pata hasta el fondo y me
parece muy bien que digan: Enrique, esto no es así. Ahora, si
dicen: Enrique, cabrón. Pues lo borro porque son insultos.
-Que duelen.
-Al final la piel se hace gruesa.
-Eres un hombre que levanta pasiones, tanto a favor como en contra. El
último caso, para mí un linchamiento, ha sido por el
Twitter de Edance.
-Hay gente que dice que era una legítima parodia de un personaje
público, pero yo no me considero como tal, soy un profesor que
tiene un blog, punto. Y la parodia tiene sus límites. Cuando te
encuentras un tío que lleva año y pico, todos los
días, entrando a poner algo que malinterprete lo que has dicho y
te lo retuerce y te hace parecer un idiota, eso ya no me parece una
parodia sino un ensañamiento. Entonces, intenté
defenderme o, al menos, promover cierta reflexión sobre el tema.
-¿Dijiste a Twitter que cerrasen edance?
-Hace un año, en Sevilla, entrevisté a uno de los
fundadores de Twitter y lo comentamos. Me dijo que había unas
normas contra la "impersonation" y yo le dije que no creía que
debiésemos hacer nada, que ya se cansaría. Pero la cosa
fue escalando hasta el punto que me empezó a parecer peligroso,
que una persona tenga ese nivel de obsesión durante más
de un año...
-Además le iban a dar un premio en Bitacoras.com
-Eso me da igual. Para mí, un imbécil es un tío
que hace daño sin obtener nada a cambio. Este tío no
obtiene ningún rendimiento económico, nada más que
hacerme daño. Y en cierto sentido me duele, no por mí
sino porque entre mi familia en la red, o mi padre, y se lo encuentre.
Me parece injusto e injustificado.
-Se entiende.
-Entonces, lo tenía muy fácil porque tenía el
contacto con esta persona para decirle: Oye, míralo y
aconséjame. Y me dice: Tiene una foto tuya con una nariz roja,
esto entra dentro de "impersonation". Y lo eliminaron, pero le
permitieron abrir otra cuenta, de forma que se convirtió en una
especie de causa. Yo no tengo nada en contra de la libertad de
expresión, lo único que he hecho es decir a Twitter que
hagan lo que crean que deba hacerse.
-Ante estas críticas, ¿crees que deberías cambiar, mejorar en algo?
-No lo sé. Me llaman de todo, egomaníaco,
ególatra, todo el mundo habla del tamaño de mi ego. Pero
la gente que me conoce no me considera así, yo siempre me he
considerado un tío normal. Intento hacer bien mi trabajo y
pasarlo bien. Por eso hago un montón de cosas, no paro quieto,
duermo poco...
-No es la primera vez que veo estos linchamientos. Hay un documento,
"Old Hackers, New Hackers: What's the Difference?", que explica
cómo la primera generación de hackers siempre ataca a la
segunda, acusándola de falta de pureza. Es algo de toda la vida
en la red. ¿Quizás ahora estemos viendo como los antiguos
se meten con la generación 2.0: tú, Weblogssl,
Microsiervos..?
-Y fíjate que al final estamos generando un valor muy gordo. La
tecnología en España no la hacen avanzar ellos, la
hacemos avanzar nosotros. Es un poco el que quiere que su saber
permanezca escondidito, porque se considera una especie de sumo
sacerdote, y los que vienen a divulgarlo, como yo.
-Critican también que os autodenominéis A-bloggers, os
llaman visionarios de pacotilla y gente que vende la moto.
¿Qué es un A-blogger?
-Somos bloggers que alcanzamos un cierto nivel de visibilidad. Lo que
escuece a algunos es que ellos no tengan ese nivel y nosotros
sí. Antes, ¿cuándo tenías un nivel de
visibilidad? Cuando eras hijo de un famoso, de una familia determinada
o tenías un nivel económico. De repente, llega la
blogosfera y aquí quien consigue visibilidad es quien se lo
curra, trabaja, escribe todos los días.
-Cierto.
-Yo no creo que escriba maravillosamente. Yo creo que llevo mucho
tiempo dando la lata y, por lo tanto, acumulo muchos enlaces entrantes
y tengo un blog cuyo valor más importante es para mí
mismo: el principal usuario de su caja de búsquedas soy yo
porque, como soy un caótico, necesito encontrar las cosas de las
que he hablado. Quien quiera conseguir una cosa de este tipo no tiene
que ponerse a protestar, tiene que currárselo, así de
sencillo. A mí nadie me ha dado nada hecho. En parte no me
quiero dedicar a la política para no vivir ese tipo de temas y
ahora resulta que van y aparecen. Qué le vamos a hacer.
-Te podrías dedicar a la ciberpolítica...
-Muchos partidos me consultan cosas e intento influenciar hacia los temas en los que creo, pero vamos...
-La comunidad siempre ha tenido el problema de encontrar interlocutores de cara a fuera.
-Tengo mis ideas políticas, pero soy un profesional y hablo con
aquel que me llame. He tenido la oportunidad de hablar en un congreso
del PSOE y en otro del PP. ¿Si me veo de político
algún día? Parece que hoy en política triunfa el
más discreto y yo muy discretito no soy.
-¿Qué pasó con MobuzzTV? Generó muchas
críticas porque decían que pedisteis donaciones para
salvarlo pero actuasteis con falta de transparencia.
-Todo lo que se ha hecho ha sido transparente y con toda la buena
intención del mundo. ¿Que nos equivocamos al publicarlo?
Puede ser. Pides pasta, de manera que de un blog a otro la cosa se
corra, para que llegue a la mayor cantidad de gente que pueda donar, y
de repente, el mismo día por la tarde, hay 3 o 4 ofertas de
grupos para invertir.
-¡Que suerte!
-Eso no estaba en el escenario. Y resulta que ya no necesitamos las
donaciones. Las que teníamos venían perfectas para pagar
el sueldo de este mes, y no para todos, pero había apoyos y
dinero encima de la mesa. Entonces, paramos las donaciones y dijimos:
Señores, ha pasado esto, quien quiera el dinero se lo
devolvemos. La gente empezó a decir de todo, que si en las
oficinas de Mobuzz había piscina, cosas absurdas y algunos que
considerabas amigos.
-Hablando de amigos: ¿Por qué sales tanto en Menéame?
-Porque mis lectores se implican mucho. No tengo una página con
un tráfico brutal. Entradas directas al blog, entre 10 y 15.000
al día, y luego tengo una lectura del "feed" muy alto, unos
30.000 seguidores. Pero son muy clicones. Llevo muchos años
intentando seleccionar bien los vínculos que aporto y eso ha
generado gente que viene y clica. Por la misma razón, les
resulta muy fácil mandar al Menéame.
-Ya digo: muchos amigos.
-Hay gente que reconoce que tiene valor que un tío, que trabaja
en un sitio que cobra lo que cobra de matrícula, comparta su
conocimiento.
-No dejamos las críticas: dicen que hablas sobre cómo montar empresas pero tú no lo has hecho.
-Es que yo soy un académico, pero sí he montado una
empresa. En su momento, con Juan Freire tuvimos una idea que
acabó siendo Lonxanet, una empresa que cambia la forma como
muchos pescadores comercializan sus capturas y ganan más dinero.
No tengo implicación con la empresa, pero estuve en la
generación de la idea.
-¿Y funciona?
-Sí. Luego, tengo a empresas que asesoro, que es la parte oscura
que no puedo contar en el blog, pero con algunas empresas grandes
españolas tengo asesorías de un nivel bastante alto.
-¿La empresa que admiras más es Google?
-Me gustan las empresas que son capaces de hacer cosas completamente
distintas y de cambiar el entorno. Pero, si Google me dijese que me
fuese con ellos, no iría.
-¿Por qué?
-En parte por miedo, en parte porque no estoy seguro de que me
desenvolviese bien. Amazon sí me llama la atención
especialmente y me lo pensaría. Su fundador, Jeff Bezos tiene
una forma de mover las ideas que me parece interesantísima. A
Google le critico mucho la cultura: era divertida cuando era una
startup, hasta que tienes un tamaño y un manejo de la
información que pasas a parecer una secta.
-Google da miedo, ha sustituido a Microsoft como el gran globalizador.
-No creo que sea lo mismo, salvo un temita: el dominio del mercado
publicitario, donde en cierto sentido ya le han parado los pies.
Tú tienes otros servicios a un clic de distancia.
-¿Te refieres al servicio de buscador?
-En Asia, Google tiene un 3% de mercado. Y en España hay otros
buscadores, pero somos como somos, un mercado gregario en el que todos
usamos lo mismo. Esto no es cosa de Gooogle, es cosa de España.
-Pero puede incluso afectar decisiones políticas.
-Ya ha afectado. Fíjate en el tema del "Google bombing" y la
SGAE. Hay cosas en las que Google pasa a tener un poder total, pero no
es algo que Google haya hecho para acabar con la competencia. En el
momento que yo, como usuario, no me sienta cómodo me puedo ir a
otro sitio, con lo cual ese monopolio me preocupa mucho menos que el de
Microsoft donde, por narices, tenía que comprar un ordenador que
lo tuviera.
-Tampoco te gusta la SGAE ¿verdad?
-Creo en la propiedad intelectual, pero la forma de ejercerla tiene que
cambiar totalmente. No estoy en contra de la SGAE sino de las
barbaridades que hacen.
-Yo, el día que vi que un señor con corbata como Enrique
Dans se metía con la SGAE pensé: ahora sí que
están acabados ;)
-Anda, anda.
Mercè Molist
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