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EL MINISTERIO DE DEFENSA TRABAJA EN UN "CARNIVORE" MEJORADO
Francia, España e Italia crearán un sistema inteligente que entenderá frases de textos y audio
Mercè Molist
Que un ordenador localice palabras en un documento es un juego de
niños. Pero que entienda el significado de una frase en un
correo electrónico o una conversación telefónica
es un reto. El Ministerio de Defensa español, junto con Italia y
Francia, trabaja en ello desde el proyecto "Infraestructura de
Inteligencia Semántica Operacional" (OSEMINTI), que acaba de
ponerse en marcha.
El proyecto OSEMINTI debe lograr, según fuentes del Ministerio,
que "los servicios de Inteligencia, por medio de ordenadores, puedan
identificar frases con significados concretos en cintas de
grabación o en texto escrito y, a su vez, que dichos ordenadores
aprendan, con el conocimiento que van generando en su
interacción con las personas".
Francia lidera el proyecto, que durará dos años.
España contribuye con 1.856.000 euros, el 30% del presupuesto.
Según el Ministerio, "el campo natural de OSEMINTI es la
Inteligencia militar", aunque también otros "ámbitos de
defensa y seguridad, tanto civil como militar".
Por su capacidad de entender el significado de un texto interceptado,
OSEMINTI es un paso más en la evolución de los sistemas
de espionaje telemático, cuyo representante más popular
en el campo civil fue Carnivore, usado durante años por el
Federal Bureau of Investigation (FBI) para monitorizar comunicaciones
en Internet.
Carnivore, según la Wikipedia, se instalaba en el proveedor de
acceso (ISP) de la persona a espiar, previa orden judicial, y era capaz
de discriminar la interceptación de sólo los datos
autorizados por el juez, que copiaba al vuelo y mandaba a un ordenador
central.
Su existencia se conoció en el año 2000, por una disputa
legal con un ISP que se negaba a instalarlo, y provocó las
protestas de grupos de libertades civiles de todo el mundo. Se hizo tan
popular que hubo quien realizó obras de arte basadas en
Carnivore, rebautizado después por el FBI como DCS-1000.
Carnivore era la tercera generación de los sistemas de espionaje
de redes del FBI. El primero fue Etherpeek, actualmente un programa
comercial. El segundo, Omnivore, usado entre 1997 y 1999 y
sustituído por DragonWare, que constaba de tres partes:
Carnivore, que capturaba la información; Packeteer, que
convertía los paquetes interceptados en textos coherentes, y
Coolminer, que los analizaba.
El sistema provocó muchas controversias por sus fallos, como
espiar a la persona equivocada, y porque en ocasiones se usó sin
permiso judicial, según los grupos de libertades civiles. La ley
"USA Patriot" acabó con la discusión, al decretar que el
FBI podía monitorizar redes sin orden de un juez ni sospechas
fundadas, mientras sólo captase la información del
tráfico y no su contenido.
A partir de entonces, se habló cada vez menos de Carnivore. Por
una parte, los ISP monitorizaban ellos mismos sus redes y mandaban los
datos al gobierno. Y por otra parte, floreció el mercado de
sistemas comerciales más evolucionados, que sustituyeron a
Carnivore en las investigaciones del FBI.
Un ejemplo de estos programas comerciales es el Analizador
Semántico de Tráfico de la empresa Narus, supuestamente
usado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). Se instala en
diferentes puntos de una red y puede examinar cantidades ingentes de
tráfico en tiempo real, identificando los paquetes interesantes,
procedentes de correos, mensajería instantánea,
vídeos o telefonía por IP, aunque viajen a más de
10 Gbps.
El Ministerio de Defensa no afirma ni desmiente que esté
trabajando en un "Carnivore" europeo: "Será el usuario quien
determine el posible uso de la tecnología una vez que se
obtengan resultados desarrollados y maduros". En realidad, OSEMINTI no
es un Carnivore sino un paso más.
El problema actualmente no es recopilar la información, ni
técnica ni legalmente: los operadores europeos tienen la
obligación de guardar los datos de tráfico de Internet y
telefonía hasta dos años, así como de obedecer las
órdenes judiciales de interceptación del contenido de
llamadas o comunicación por Internet.
El problema es, precisamente, procesar esta cantidad cada vez
más diversa e ingente de datos, procedentes de múltiples
fuentes, sobre todo cuando no son datos de tráfico,
fácilmente procesables, sino contenidos que deben ser
leídos y entendidos. Una tarea que, explica Defensa, "ahora
mismo realizan personas, que son las que tienen el conocimiento para
poder identificar frases con un significado concreto".
Para que OSEMINTI asuma esta tarea primero hay que poder transformar la
información interceptada, mediante herramientas de
conversión rápida, a un espacio semántico que
entiendan las máquinas y demostrar que, explica el Ministerio,
"mediante el uso de un lenguaje común entre los datos,
información, algoritmos y personas, se mejora la
interoperabilidad de diferentes fuentes de información o
sistemas de sensores clásicos".
Esto permitirá "diseñar y desplegar sistemas
inteligentes, que tengan conocimiento y capacidad de aprender, para la
gestión de situaciones complejas en tiempos adecuados". Lo que
llevará al objetivo final: "Sistemas que se transforman debido a
la integración de conocimiento procedente de la misión y
las personas participantes". Así, el objetivo parece ser no
sólo entender la información sino unificar la procedente
de diversas fuentes, aunque Defensa no aclara si el proceso se
hará "al vuelo", captando los datos en tiempo real, o una vez
interceptados.
"ESTO VA A SER UN BOMBAZO"
"No acabará con el terrorismo, porque los métodos
tradicionales siempre son mejores, pero ayudará", explica Arturo
Quirantes, profesor de la Universidad de Granada y estudioso del
espionaje gubernamental, refiriéndose a OSEMINTI: "Es un tipo de
reconocimiento semántico, es decir, no sólo de palabras
sino de ideas, para que conversaciones del tipo "esto va a ser un
bombazo" se puedan clasificar y saber si se trata o no de un proyecto
de atentado".
Para Quirantes, OSEMINTI es un claro avance respecto a las
tradicionales listas de palabras que se dan a un ordenador, para que
las localice en una comunicación. Pero asegura: "Tiene sus
limitaciones porque los terroristas no son tontos y pueden usar un
lenguaje convenido, por ejemplo decir que "las camisas ya están
planchadas" para referirse a mochilas-bomba".
Además, explica el experto, la eficacia y disponibilidad de
estos sistemas conlleva problemas de privacidad porque "se está
pasando de monitorizar a algunos individuos a hacerlo
indiscriminadamente". Lo que, a su vez, complica el trabajo policial:
"Con tantas comunicaciones, identificar la conversación clave no
es sencillo, aumenta enormemente la información no relevante y
los gastos para ponerlo en orden".
Desde el punto de vista militar, dice: "Occidente sigue empeñado
en librar la misma guerra electrónica que tan bien le
sirvió en la II Guerra Mundial, cuando la interceptación
y el descifrado masivo de las comunicaciones alemanas hizo maravillas".
Pero entonces las comunicaciones eran pocas, frente al volumen de la
actualidad: "Ya no hay un enemigo grande y fácil de identificar,
ni el esfuerzo de interceptación y descifrado es secreto, lo que
permite a un enemigo tomar contramedidas".
Acuerdo para una Infraestructura de Inteligencia Semántica Operacional
http://www.la-moncloa.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2006/refc20061229.htm#Inteligencia
Inteligencia Semántica Operacional
http://castrum.blogspot.com/2007/01/inteligencia-semntica-operacional.html
Carnivore Replaced with Commercial App
http://ice.citizenlab.org/?p=72
FBI retires its Carnivore
http://www.securityfocus.com/news/10307
Carnivore - Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Carnivore
Copyright 2007 Mercè Molist.
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