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EL "SOFTWARE" LIBRE PLANTA CARA A LAS PATENTES Y LA GESTIÓN DE DERECHOS DIGITALES
Mercè Molist
Las patentes y los sistemas de "Gestión de Derechos Digitales"
(DRM o "Digital Rights Management") que usen programas libres
verán muy mermados sus poderes restrictivos, cuando se apruebe
la tercera versión de la licencia GPL para el "software" libre.
El borrador, actualmente en proceso de discusión pública
a nivel mundial, se presentó la semana pasada en Barcelona.
Hacía 15 años que la Fundación del "Software"
Libre no había actualizado la Licencia Pública General de
GNU (GPL). Una licencia es un texto que funciona como un contrato, para
asegurar que se cumplan las cuatro libertades del programa que
acompaña: la libertad de usarlo para cualquier propósito,
de estudiar cómo funciona y modificarlo, de distribuir copias, y
de mejorarlo y hacer públicas las mejoras. Quien utilice el
programa no puede romperlas o se le prohibirá usarlo. La
licencia desglosa otras libertades menores y situaciones concretas, que
se basan en estas cuatro.
El primer borrador de la versión 3 de la GPL nació en
enero de 2006 y se espera aprobarla en enero de 2007, después de
un ingente proceso de discusión a través de Internet y en
reuniones como la de Barcelona. Sus diseñadores, entre ellos
Richard Stallman, cogen el toro por los cuernos en dos cuestiones tan
polémicas como las patentes y la Gestión de Derechos
Digitales, que la comunidad del "software" libre llama
irónicamente Gestión de Restricciones Digitales.
Stallman explicó "el peligro de TiVo-ización" de los
programas libres: "TiVo es un aparato que sirve para grabar programas
de televisión. Lleva un sistema DRM que restringe las libertades
del consumidor: no puede sacar copias, los programas se borran al cabo
de un tiempo, espía todo lo que ve el usuario... Este aparato
funciona con algunos programas libres que, según las cuatro
libertades, deben poder ser modificados. Pero si el usuario los
modifica, por ejemplo para que TiVo le permita hacer copias, el aparato
deja de funcionar".
La solución que propone la nueva licencia es que los creadores
de sistemas como TiVo deberán ofrecer a los usuarios las claves
que permitan que sus aparatos puedan funcionar con programas
modificados. Esta disposición entra en conflicto tangencial con
las legislaciones norteamericana y europea, que consideran delictivos
los programas que permiten saltarse las protecciones del "copyright".
Según Stallman y los abogados que le asesoran, los tribunales
tendrán la última palabra, ya que el creador de un
programa tiene derecho a decidir qué quiere que se haga con
él.
En el caso de las patentes se ha optado por una solución
parecida, en el sentido de hacer una prueba de fuerza a las leyes.
Pablo Machón lo explicó: "Si alguien crea un programa
libre, otra persona lo modifica y, al hacerlo, aplica una idea nueva y
la patenta, la nueva licencia incluye una declaración
explícita que da libertad a terceros para poder usar y modificar
el programa, con la patente incluida, sin que se les pueda demandar. Es
lo que se llama una "licencia de patente" y a quien no le guste, que no
use programas libres para sus patentes".
La versión 3 de la GPL incluye otras novedades, como una mayor
flexibilidad a la hora de castigar a quien use un programa libre sin
ceñirse a la licencia: la persona denunciada tendrá 60
días para solucionarlo. Si no lo hace o reincide, no
podrá seguir usando el programa. Además, habrá una
mayor compatibilidad con otras licencias libres, mejoras en el acceso
al código fuente de los programas, imposibilidad de
añadir requerimientos que no estén especificados en la
licencia y adaptación de los términos de la licencia a la
legislación internacional.
GPLv3
http://fsfeurope.org/projects/gplv3/gplv3.es.html
Copyright 2006 Mercè Molist.
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