13:20 12/11/03
INTERNET SE LLENA DE HADAS, PRINCESAS Y BRUJAS
Mercè Molist
De ser heroínas sólo en las regiones pornográficas de la red, a construir fértiles comunidades virtuales, locales y planetarias: es la evolución de las mujeres en los últimos diez años. Si, en 1994, eran raras las webs femeninas que no estuviesen en Estados Unidos, hoy la oferta de información feminista, contenidos para "marujas" o foros donde se mezclan empresarias de Bilbao con abogadas de Teruel muestran un red con cada vez más nodos rosas y lilas.Según la Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación, en 1998, las mujeres eran el 19% del total de internautas españoles. En 2003, llegaban al 28%, con un crecimiento más acelerado que los hombres. El estudio "Mujeres y Software Libre", de Ana Lamas Clemente, da más pistas: 28 años de media, el 82% tiene estudios universitarios, el 54% son solteras con pareja y el 27% están casadas. La mayoría, el 71,4%, ha entrado en este mundo a través de su compañero. Una minoría tiene hijos. El 66,7% participa habitualmente en foros y chats. El 63,5% piensa que no hay machismo en Internet.
Según Lamas, "las mujeres se enfrentan al ordenador de una forma más práctica que los hombres". Tejer, coser, bordar, tricotar son las metáforas de la simbología ciberfemenina, que recogen en "E-leusis". Y, en "Mujeres en Red", evangelizan: "Los programas libres son como las recetas de cocina". Las féminas bucean hacia lo más profundo de la matriz. Indagan, curiosas, en un invento de nombre femenino y hecho a su medida.
Las madres, las pioneras, fueron estudiantes y profesoras de universidades e institutos, los primeros sitios con acceso. M. Angustias Bertomeu, Gusi, es una de ellas. Sorprenden sus muchos artículos, conferencias y seminarios sobre las nuevas tecnologías, viniendo de una profesora licenciada en Historia: "En el 93, dirigía un Centro de Formación del Profesorado en Benidorm, con 3.000 profesores. Era evidente la necesidad de usar algo como Internet, por lo que empezamos con una BBS. Después, hicimos webs, digitalizamos bibliotecas, creamos libros electrónicos".
En 2001, con cinco socias, Gusi ponía en marcha la empresa y portal en la web "Eleusis.net. La ciudad de las mujeres", con información y asesoramiento gratuito sobre empleo, leyes, salud, feminismo, juegos, poesía... Es una empresa atípica, donde ofrecen formación y consultoría pero también "videojuegos no sexistas, programas "antitecnofóbicos" o arte electrónico, en una mezcla de pragmatismo y corazón, con una ética feminista que marca la elección y desarrollo de los proyectos. Seguimos los pasos de las ingenieras del Eniac, que decían: "Estamos empujando las fronteras"".
Junto a las grandes madres, aprendieron las hijas, brujas que remueven como nadie el caldero digital y se atreven con la programación avanzada o el mantenimiento de complejas comunidades. Mercè Castells dice de su web, Emprendedoras.com: "Al principio, quería hacer un sitio "serio" dedicado a los negocios, pero me di cuenta de que las mujeres solemos mezclar todas las áreas de nuestra vida. Además, en la red buscamos crear un espacio de comunicación y establecer lazos de unión con otras mujeres afines. Por eso, se "enganchan" con las herramientas de comunicación: los foros, las listas..".
Castells ejercía de psicóloga hasta que "en 1995, descubrí Internet y, en 1999, creé mi propia empresa. Pero, cuando estás iniciando un negocio, en muchos momentos te sientes solo y, entre la familia (tengo dos hijas) y el trabajo, tienes poco tiempo. Pensé que sería interesante crear un lugar de encuentro virtual para las mujeres emprendedoras. Quique Martínez y yo hicimos la primera versión, en 2001. Hoy tenemos casi 4.000 usuarios registrados, 1.300 visitas diarias y 7.525 suscripciones al boletín". La comunicación es la base de esta comunidad, que Castells gestiona sola: tres listas de correo, una sala de chat, seis foros, tablón de anuncios, mensajes públicos y privados, encuestas...
Mar Monsoriu es otra maga de la red, además de periodista valenciana, con estudios de ingeniería y organización de empresas. En 1996, creó la primera comunidad virtual hispana dedicada al marketing, con un canal en el IRC-Hispano, una web y un grupo de noticias: "Comencé a programar en 1980 y, más tarde, ejerciendo como periodista, siempre tuve buena relación con los ordenadores. Soñaba con algo parecido a Internet cuando no existía y tuve la suerte de estar desde sus inicios".
Monsoriu es más conocida en la red por su apodo, "bagheera", la pantera de "El libro de la selva". Nombres salvajes los de las magas, que comparten viaje con sus hermanas, las amazonas, las feministas, quienes llevan tiempo en Internet, desde 1993, cuando se creó una zona para mujeres en la red planetaria APC (Asociación para el Progreso de las Comunicaciones). Las APC-Mujeres tuvieron un papel clave en las comunicaciones electrónicas de la Conferencia Mundial de Mujeres de Pekin, en 1995, de donde saldrían consignas para implicar a las feministas en las nuevas tecnologías.
En 1998, nacía en Barcelona el Espai de Dones de Pangea, ligado a APC-Mujeres. Hacen cursos gratuitos y mantienen una nutrida web, con recursos sobre transversalidad de género, donde difunden campañas y la reputada Agenda Feminista. En otro frente, Mujeres de Negro, un movimiento surgido en 1988, que aúna feminismo y antimilitarismo y se beneficia de Internet: "En la organización de giras y en la comunicación entre nosotras. También en términos de construir una red internacional y generar apoyo a las mujeres que están en conflictos, a través de publicaciones en la web o cartas de denuncia a los gobernantes", explican Mujeres de Negro de Madrid.
Estas campañas se distribuyen a través de nodos enrutadores como Mujeres en Red, obra de Montse Boix, una periodista de 43 años, con una hija. Todo empezó en 1997: "Estaba escribiendo un dossier de Argelia y pensé que debían ser las propias argelinas quienes contasen al mundo lo que necesitaban. Así surgió Mujeres en Red, con el reto de conectar a las mujeres y visibilizarlas, como un espacio de intercambio de información, coordinación y activismo. Estamos conectadas más de 4.000 en España, Europa y América Latina. Muchas participan, a su vez, en grupos locales de mujeres y utilizan la información que circula en nuestra red".
Boix está muy interesada en los programas libres porque "con ellos, es posible construir una informática menos sexista: puedes modificar lo que no te guste". Se siente también próxima "al movimento crítico a la globalización. Últimamente, hemos participado en la denuncia de mujeres asesinadas en Juárez. Las redes de mexicanas solicitaron nuestro apoyo y lo canalizamos hacia la Red Feminista de Organizaciones Contra la Violencia de Género. Nuestro objetivo es dar eco a las campañas pero, en algunas ocasiones, intervenimos directamente."
Montse Boix se declara "ciberfeminista", un término que seduce a las damas de las máquinas. Según Cornelia Sollfrank, de Old Boys Network, "el ciberfeminismo es un feminismo focalizado en el medio digital, un vehículo de discusión, la versión actualizada del feminismo, un nuevo producto y una estrategia de márketing, todo ligado más que nunca a lo estético y la ironía". "Somos el coño moderno" proclamaban, en 1992, las artistas VeNuS Matrix, inventoras del término "ciberfeminismo", junto a Sadie Plant. La informática Ada Byron, Donna Haraway y su "Manifiesto Cyborg", la fundadora de la primera lista para mujeres, Anita Borg, la empresaria Esther Dyson o la presidenta de EBay, Meg Whitman, son sus referentes.
Pero, avisa Mercè Castells, "las mujeres que estamos en Internet no lo hacemos porque seamos feministas, sinó porque nos interesa lo que aporta. Sí, la trama femenina se va tejiendo, lo que llaman "empoderamiento" de las mujeres a través del uso eficaz de las nuevas tecnologías, pero no hablamos de lucha de sexos, los hombres no son nuestros enemigos". Añade Monsoriu: "Mi postura es no tener nada que ver con los grupos de mujeres, en tanto que promuevo nuestra integración en colectivos tradicionalmente masculinos. Ser una mujer no es un obstáculo en Internet, tampoco una ventaja. El universo informático es asexuado. Si algo funciona, es independiente de que esté detrás un hombre o una mujer".
Según Bertomeu: "La red facilita relaciones más libres entre hombres y mujeres. Y nosotras tenemos mucho que aportar: somos las responsables históricas de la comunicación y hemos desarrollado habilidades que nos capacitan para este papel. Además, el hipertexto imita el mecanismo sobre el que construimos el conocimiento". Para Montse Boix, el reto es ahora "implicarnos en la construcción de las herramientas", en la técnica pura y dura, un nivel con déficit de mujeres.
Vaticina Castells: "En Estados Unidos y Escandinavia, pronto habrá más mujeres internautas que hombres". Añade Monsoriu: "Ya se apuntan más mujeres que hombres a los cursos de Internet. En muchos hogares, las madres usan el ordenador del hijo. Tienen comunidades virtuales donde se quejan de sus maridos y comparten recetas. Muchas están empleando Internet para superar el "Síndrome del nido vacío", cuando se van los hijos de casa. O, mientras sus parejas ven el fútbol, ellas chatean".
Según el Espai de Dones de Pangea, "cada vez hay más mujeres trabajando en la red, aunque integradas en equipos mixtos, donde su trabajo no es calificado como "de mujer" o "feminista"". Bertomeu matiza: "Tenemos aún poca presencia. Pero no en el uso de la red, donde hemos hecho del correo electrónico una vía de comunicación intensa, en la que se mezclan la información, los afectos y la solidaridad". Lo más difícil de la aventura, recuerda Mar Monsoriu, "ha sido convencer a mi madre, durante los primeros años, de que no estaba metida en una secta".
LAS PERIODISTAS HICIERON LA PRIMERA WEB
La visibilidad de los colectivos de mujeres en la red española se remonta a finales del 95, cuando la asociación catalana de mujeres periodistas publicaba su primera web, fruto del interés de algunas socias por las nuevas tecnologías. La participación en la Conferencia de Mujeres de Pekin, en septiembre del 95, donde usaron el correo electrónico para comunicarse con la asociación y mandar comunicados, estimuló la seducción.
En 1996, una socia, Julia López, conseguía una subvención del Plan de Igualdad de Hombres y Mujeres de la Unión Europea, para el programa "Internet en femenino". Hicieron cinco cursos de formación y dos webs, una de ellas interactiva, donde se podían denunciar o felicitar cosas de la red, vistas en clave de género. Dice López: "Estábamos bastante solas y sabíamos poco, pero aprendíamos rápido. En 1997, montamos el encuentro "Més visibilitat a Internet", al que asistieron periodistas y feministas de Francia, Italia y España. Después, la relación siguió por la red, intercambiando correo y campañas".
Pero, dice López, "dentro de la asociación, las de Internet éramos una minoría y, en 1999, se acabaron las subvenciones europeas. Fuimos unos pioneras, pero no seguimos avanzando a la misma velocidad que la red. Después, crecieron como setas las páginas de mujeres y no supimos competir. Otras cogieron la antorcha. Las periodistas nos conformamos con mantener la web de nuestra asociación y actualizar la agenda y las noticias".
Estudio sobre mujeres y software libre
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