17:09 06/03/02
 

CASTILLOS EN EL AIRE
 

Mercè Molist
En pleno éxodo de la humanidad hacia el mundo digital, los exploradores han descubierto terreno virgen: la conexión inalámbrica, basada en el estándar 802.11, que transmite datos por el aire, más rápido que un módem y en una frecuencia de radio legal y gratuita. Miles de hackers de todo el mundo han caído subyugados por la idea, que lleva implícito el  comunicarse sin pasar por la cada vez más controlada infraestructura de los monopolios de telefonía.

"El sábado por la mañana, varios componentes de los grupos "wireless" (sin hilos) vecinos de Madrid, Alcalá y Guadalajara nos hemos ido de excursión al monte con antenas, portátiles, tarjetas de red y muchas ganas. Hemos estado realizando pruebas y los resultados han sido impresionantes. Euforia es la palabra que define el momento final, cuando con una antena de Pringles conseguimos ver el equipo remoto a casi 9 km de distancia". Una docena de manitas informáticos y radioaficionados son los protagonistas de esta aventura, relatada en el weblog GuadaWireless.

La comunidad inalámbrica de Guadalajara és sólo una parte del activo movimiento para la creación de redes de acceso libre y gratuito en las ciudades españolas, bajo la bandera común de la tecnología 802.11 o Wi-fi (Wireless fidelity). Desde que en otoño del año pasado apareciesen MadridWireless y RedLibre, ha habido una explosión de comunidades vecinales inalámbricas como las de Zaragoza, Vitoria-Gasteiz, Málaga, Sevilla, Barcelona, Valladolid, Palamós,  Baleares...

Su meta es unir barrios, ciudades y más allá, con o sin acceso a Internet. Una red paralela. "El buen rollo es general y, en los grupos "wireless" locales, la gente está deseando ayudarte a tomar contacto con estas redes. Uno de nuestros objetivos es dar apoyo y soporte a los que empiezan, con información y un lugar donde compartirla e interconectarse con otros grupos", explica Andrés Seco, de GuadaWireless. Hace unos meses, Seco construía la primera antena conocida por estas tierras, a partir de tubos de patatas fritas Pringles, la última moda entre los forofos del 802.11, que explican en sus webs cómo hacerlo.

El primer paso de los aficionados ha sido comprar las tarjetas que, instaladas en los ordenadores, permiten conectar con los nodos de las redes. Algo no tan fácil como parece: hay pocas tarjetas y caras, en las tiendas españolas, y se suelen comprar en el exterior, con el consiguiente tiempo de espera. Quienes ya la tienen, como  Seco, han empezado la construcción de nodos a los que conectarse, equipados con antenas caseras y programas libres, que abaratan y añaden diversión a la odisea. La mayoría de grupos locales están aún en la fase de diseñar estrategias y buscar o contruir el material para sus primeros nodos.
 

En construcción

Junto a las excursiones al monte del fin de semana, los "hackers inalámbricos" animan efervescentes comunidades virtuales donde se cuentan éxitos y problemas. El espíritu, entre la fuerza del iniciado y el "hazlo-tu-mismo", recuerda las eclosión en los 80 de los Bulletin Board Systems y las redes ciudadanas (FreeNets), claves en su momento de la popularización de la Internet por cable. La diferencia es que, en el mundo inalámbrico, los datos van por ondas de radio.

Como aquellos fenómenos, la comunidades populares sin hilos son una familia planetaria, que brilla con especial fuerza en Estados Unidos y los países nórdicos europeos. Decenas de redes se coordinan internacionalmente a través de la iniciativa "social, política y técnica" FreeNetwoks. Las hay en Gran Bretaña, Alemania, Australia o Estados Unidos, como las célebres Consume o SeattleWireless. Todas orientadas al aprendizaje conjunto y, de paso, a dar acesso sin cable y gratuito a los vecinos.

RedLibre y MadridWireless forman también parte del contubernio de FreeNetworks. El pasado otoño, eran las primeras comunidades inalámbricas que nacían en España: MadridWireless, con la intención de crear una red metropolitana en Madrid, y RedLibre, para cubrir todo el país. Seis meses después, se calculan unos 25 nodos vecinales funcionando en toda España, en distintos puntos y redes diversas. 9 son de MadridWireless, RedLibre tiene 6. Ninguno conectado a Internet y todos en pruebas de interconexión. Se precisan cientos para cubrir una ciudad media, aunque la demanda tampoco es muy alta...

"En el nodo madrid1 tenemos dos o tres usuarios, de los cuales uno o dos son temporales, gente que está en Madrid de paso y viene a leer el correo. Del espacio cubierto no hablemos, porque no supone prácticamente nada. La idea aún no se ha expandido y es difícil y caro encontrar "hardware"", se lamenta Jaime Robles, fundador de RedLibre. Pero el interés existe, como demuestran los más de 300 suscritos a la lista de discusión MadridWireless, punto de contacto de la comunidad hispana sin hilos, donde han nacido muchas iniciativas.

Una de ellas ha sido la Asociación Nacional de Usuarios de Redes Inalámbricas (ANURI), quince personas con mucha ilusión, impulsoras también de AlcalaWireless: "Con el paso de los meses, nos hemos dado cuenta de que existe mucha gente, dentro y fuera de Alcalá, con ganas de montar nodos y aprender. Esto y el dar una cobertura legal a nuestra organización y a las demás nos llevó a crear la asociación", explica Manuel Valencia, su presidente.
 

Adictos a las ondas

AlcalaWireless tiene tres nodos funcionando. Entre sus impulsores,  "personas normales a las que encanta la tecnología y que dedican su tiempo libre a disfrutar de ella. Empresarios, administradores de seguridad, ingenieros de redes, investigadores, expertos, técnicos, profesores e incluso sus alumnos. Yo mismo llevo más de quince años trabajando con ordenadores y redes", afirma Valencia. El perfil se repite en otras comunidades, como ZaragozaWireless, que tiene 300 personas en sus listas de correo y 1.500 visitas diarias al weblog. "Hay que reconocer que, para una ciudad como Zaragoza, son cifras espectaculares", sonríe Jorge Fuertes, uno de los impulsores.

ZaragozaWireless tiene dos nodos en pruebas, aunque no prevee conectarlos a Internet: "Queda como decisión de los propietarios de los nodos el compartir, o no, su conexión. Nuestro objetivo es crear una red libre metropolitana al margen de Internet, que interconectaría con las otras redes metropolitanas". Sueños parecidos tienen las empresas, aunque sin intenciones altruistas. En las redes vecinales, algunos nodos comparten gratuitamente su conexión ADSL o cable a Internet con los usuarios. Las compañías quieren hacer lo mismo, pero cobrando.

Afitel es el proyecto comercial inalámbrico más destacado en España, promovido por la donostiarra Wireless and Satellite Networks. Pretende crear una red 802.11 que cubra todo el país con miles de nodos, y cobrar 9,9 euros por el acceso. "Con sólo un 10% de la población ya cubrimos gastos. Es rentable, muchísimo", asegura Luis Candela, de Afitel. Para empezar, han creado una red sin hilos que abarca toda la ciudad de Zamora, con la ayuda del ayuntamiento y los hosteleros, y preveen hacer lo mismo en Salamanca y Zaragoza.

Jorge Fuertes, de ZaragozaWireless, asegura: "No nos afecta en absoluto, hace mucho tiempo que aquí operan empresas que montan conectividad inalámbrica para empresas, pero no tienen nada que ver con nosotros y entiendo que nuestras actividades tampoco les afectan. Por otra parte, si una empresa quiere conectarse a nuestra red, mientras cumpla las especificaciones y la legislación, me preocupa muy poco". Coincide Luis Candela: "No hay problema".
 

¿No hay problema?

La mayoría de proveedores norteamericanos han incluido cláusulas en sus contratos de cable y ADSL, para que no se compartan con usuarios inalámbricos. En España, Terra no tiene opinión sobre el tema. La preocupación de las empresas están aún en pensar si es bueno añadir un brazo inalámbrico a sus redes, vistos los problemas de cobertura y la inseguridad. Aunque existen herramientas que aseguran las conexiones inalámbricas, la mayoría de redes de oficinas, hogares y empresas ni tan sólo protegen sus comunicaciones con el cifrado Wired Equivalent Privacy (WEP), que acompaña por defecto al estándar 802.11.

Joan Arnedo Moreno, consultor de los Estudios de Informática de la Universitat Oberta de Catalunya, afirma: "En una red sin hilos, las comunicaciones viajan por el aire y quien esté en el área puede escucharlas, aunque vayan cifradas, no se puede evitar la captura de los datos. Además, cualquiera puede acceder a una máquina de la red, lo que posibilita los "ataques de aparcamiento": el intruso se sienta en el "parking" de la empresa y entra desde allí. Actualmente hay herramientas de libre distribución que permiten descifrar las claves  WEP, que no suelen cambiarse nunca, lo que significa que, si se rompen, se puede acceder a esta red para siempre".

Después de repetidas alertas de la comunidad científica, con el criptólogo Adi Shamir a la cabeza, diversos centros de Estados Unidos han prohibido la comunicación inalámbrica, como el laborario nuclear de California o el centro de investigación del cáncer de Houston, preocupado por la privacidad de sus enfermos. Un grupo de expertos en seguridad conseguía entrar el mes pasado en las redes inalámbricas de administración de los aeropuertos de Denver y San José, en Estados Unidos, donde espiaron comunicaciones y alteraron información de vuelos y pasajeros.

En las redes comunitarias, un problema añadido es la seguridad de los nodos: ¿los propietarios deben dejar pasar a todo el mundo por su ordenador?. En Red Libre, afirma Jaime Robles, "los nodos dan acceso libre, pero es algo que depende de su voluntad". La seguridad no es el principal problema de los pioneros sinó la cobertura, por una cuestión técnico-legal: "La imposibilidad de transmitir más de 100 milivatios, al ser una frecuencia libre, nos obliga a desmenuzarnos las neuronas para interconectar los nodos, pero aún así el proyecto es viable", afirma Fuertes.

Para Manuel Valencia, de AlcalaWireless, "el problema más grande es involucrar a gente, debido a la falta de credibilidad en proporcionar un servicio estable. No es cuestión de dinero, montar un nodo puede costar menos de 150.000 pesetas, cantidad asequible para un "hobby", es cómo conseguir un mayor número de interesados en montarlo". Jaime Robles, de RedLibre, ve otro agujero: "La gente no conoce a sus vecinos, sobre todo en las grandes ciudades, y eso hace que no sepan de la existencia de un nodo. Si dependiera de los factores técnicos y de  buena voluntad, tiene un futuro imparable, pero hay factores sociales, económicos y políticos que pueden llevarlo al traste".
 

Optimista pesimismo

En Estados Unidos, han empezado a caer las primeras 'start-ups' inalámbricas. Una de ellas, Mobilestar, quebró meses después de haber instalado 50 nodos en cafeterías de la cadena Starbucks. La revista "Salon" criticaba recientemente: "A pesar de todo el ruido sobre los bares, las redes comunitarias y el "war driving" (espiar comunicaciones inalámbricas), entrar en la Internet sin hilos es aún imposible. Incluso en ciudades como New York, Seattle y San Francisco, donde hay fuertes proyectos públicos, es raro encontrar nodos que funcionen".

Según "Salon", el futuro inalámbrico es brillante, pero no más allá de las pequeñas redes (WLAN) de hogares, oficinas, hospitales, hoteles o aeropuertos, para aliviar la espera de los pasajeros: "Hay tres buenas razones por las que las compañías de telecomunicaciones no invertirán en Wi-fi. Primero, porque es gratuito, sin licencia, y su estrategia siempre ha sido controlar por completo el espectro ocupado. Segundo, porque han invertido millones de dólares en licencias inalámbricas de tercera generación. Y, sobre todo, por la tecnología en sí misma. Una antena de teléfono celular cubre quilómetros y Wi-fi, sólo 300 metros".

En las distancias cortas, el invento es un éxito por una simple razón práctica, según Joan Arnedo: "Evita tener que agujerear paredes para que pasen los cables, como también la limitación de la mobilidad de los extremos. Igual que el teléfono pasó a ser móvil, era lógico que surgiesen las redes locales sin hilos (WLAN). Actualmente, según un estudio de Cisco Systems, están mayoritariamente implantadas en educación y salud. El aspecto más valorado entre sus usuarios es poder acceder a la red a cualquier hora, desde cualquier sitio, para mirar el correo electrónico o navegar".

El gran inconveniente, explica, es que la banda de frecuencias de las redes 802.11 se satura lentamente: "De momento, ya está en la misma que los hornos microondas y los teléfonos sin hilos, y dicen que pronto empezará el auge de las redes WPAN (Wireless Personal Area Networks), para comunicaciones a corta distancia, que se mueven en el mismo espectro. Al ser el aire el medio de transmisión, no hay posibilidad de introducir algo que distribuya mejor el ancho de banda. Puede pasar que la red sin hilos muera de éxito y quede totalmente saturada".

Pero pocos piensan en el colapso, aún en pleno "big bang". La magia del aire encanta a cada vez más técnicos y se expande a velocidad de vértigo desde su nacimiento, financiado por la Wireless Ethernet Compatibility Alliance, que une a más de cien empresas como Cisco, IBM o Microsoft. Ellas producen buena parte del "hardware" y "software" de la revolución inalámbrica, rápidamente copiado y mejorado por las comunidades libres, que experimentan con él. ¿Y después?. Pone los puntos sobre las íes Jorge Fuertes: "Si España no se queda atrás esta vez será gracias a una comunidad altruista de jóvenes hackers que invierten en ello todo su tiempo y energías".
 
 
 

CONCEPTO 802.11
 

Lo cuentan en ZaragozaWireless: "Un nodo inalámbrico es un ordenador que está conectado las 24 horas y sirve para transportar información entre los demás nodos y sus clientes. Por cliente de un nodo entendemos un ordenador que no se conecta siempre. Por ejemplo, el portátil del vecino". Éste necesita una tarjeta, que cuesta unos 200 euros, con antena incorporada, para enlazar por aire con el nodo más cercano, en un radio de 100 o 300 metros, según los obstáculos que los separen. También llamado Punto de Acceso, cada nodo soporta unos diez clientes simultáneos.

El nodo suele tener una antena más potente que el cliente y puede estar conectado por radio con otros nodos a diversos quilómetros. También dar acceso a Internet, usando la conexión por cable o ADSL del propietario, que la comparte con los usuarios. La velocidad, 11Mbps, y la mobilidad, como el ir en coche a 90 km/h sin perder la conexión a Internet, son las ventajas del 802.11. Las antenas caseras y programas libres reducen el gasto, lo que ha facilitado su explosión en entornos universitarios y vecinales. Allí, dice Jorge Fuertes, "las mayores satisfacciones vienen de superar los retos técnicos, de ver aprender a los más jóvenes y de que las pruebas vayan mejor de lo que esperábamos".

Lo malo es la cobertura, ya que la tecnología utiliza una frecuencia libre (2,4 GHz) que no necesita licencia pero, a cambio, no permite altas potencias de emisión, no más de 100 mW. Las tarjetas normales no llegan ni a ésto: emiten a 30 mW, cantidad ridícula frente a un teléfono móvil. La seguridad también preocupa, pero menos. Los protocolos seguros existentes, como SSH, y las redes privadas virtuales protegen suficientemente una red inalámbrica, aunque no significa que todas sean seguras.

Hay diferentes niveles de seguridad en el acceso y el transporte de datos por 802.11: redes abiertas totalmente, por altruismo o por inconsciencia de los propietarios, con identificación por contraseña, con cifrado, sin él... De hecho, el principal problema de seguridad de la mayor red pública sin hilos conocida, construida para el evento holandés Hackers At Large, en verano del 2001, no fue el "pinchazo" de datos en el aire sinó la entrada incontrolada de nuevos nodos.
 
 
 

LA CONSPIRACIÓN INALÁMBRICA
 

En los últimos meses, es constante la lluvia de nuevos desarrollos inalámbricos, como la extensión 802.11g, que transmite vídeo, o el 802.11a, que se mueve en una banda menos saturada, aunque no libre en todo el mundo. Lucent, Dell o Apple venden tarjetas inalámbricas como churros. El 10% de los treinta millones de ordenadores portátiles comprados en todo el mundo el año pasado estaban preparados para comunicarse sin hilos. Según la Wireless Ethernet Compatibility Alliance, las cifras de negocio son de 1,5 mil millones de dólares anuales y se triplicarán en el 2005.

Algunos lo consideran un corte de mangas a las grandes compañías de telecomunicaciones y a sus estándares inalámbricos para la tercera generación de sistemas móviles, mejores en cobertura y tarificación, pero que no acaban de despegar, tienen menos capacidad de ancho de banda y, sobre todo, son cerrados. Lo que más gusta de las redes 802.11, según la revista "Forbes", es que "te permite tener una mini-red libre de los monopolios de cable y teléfono que controlan los últimos metros de conexión hasta tu casa, 196 veces más rápido que con un módem de PC".

En la negra noche del comercio digital, algunos miran la tecnología 802.11 como tierra prometida, antesala de la necesidad inalámbrica en el mercado: "Esto es grande, se ha convertido en una de las tecnologías fundamentales", afirmaba un representante de Intel, que ha volcado cientos de millones de dólares en la apuesta. La compañía ha visto subir un 5.400% el rendimiento de sus chips inalámbricos en dos años y bajar el precio un 82%. Sony ha anunciado que incluirá un dispositivo 802.11 en los televisores y ordenadores que venda en Japón.
 
 

CÓMO FUNCIONA
 

1. El usuario tiene un ordenador portátil con una tarjeta inalámbrica, que lleva una pequeña antena incorporada, con un alcance de 150 metros aproximadamente, dependiendo de los obstáculos (árboles, edificios, material urbano...)

2. El usuario activa el programa de conexión que le conecta por ondas y a través de la tarjeta con el nodo más cercano, que soporta hasta diez ordenadores conectados a la vez.

3. El nodo puede tener o no mecanismos de seguridad para el acceso y la transmisión: sistema de "login" usuario y contraseña, programas especiales, protocolos seguros como SSH, sistemas de Virtual Private Networks...

4a. El nodo puede estar conectado sin hilos o por cable con otros nodos, lo que permite al usuario acceder a los servicios de esta red independiente.

4b. El nodo puede estar también conectado a Internet, mediante la conexión ADSL o cable de su dueño, que comparte el ancho de banda con los usuarios, gratuitamente en el caso de las redes comunitarias y cobrando, en las redes comerciales.
 
 

LINKS
 

GuadaWireless
http://guadawireless.alamin.org
AlcalaWireless
http://www.alcalawireless.com
MadridWireless
http://www.madridwireless.net
RedLibre
http://www.redlibre.net
ZaragozaWireless
http://www.zaragozawireless.org
BarcelonaWireless
http://www.barcelonawireless.net
MalagaWireless
http://malagawireless.xphera.net
Palamós Net
http://www.palamos.net
SCQWireless (Santiago de Compostela)
http://www.scqwireless.com
SevillaWireless
http://www.sevillawireless.net
Pucelawireless (Valladolid)
http://www.pucelawireless.net
A Nuestro Aire (Vitoria-Gasteiz)
http://www.anuestroaire.net
BilbaoWireless
http://w3.viciate.com/bilbaowireless
BalearesWireless
http://www.baleareswireless.net
Afitel
http://www.afitel.com
Joan Arnedo Moreno
http://www.uoc.edu/web/cat/art/uoc/arnedo0202/arnedo0202.html
Alberto Escudero Pascual
http://www.it.kth.se/~aep
Foro "Wireless" en Hispalinux
http://listas.hispalinux.es/mailman/listinfo/wireless
SeattleWireless
http://www.seattlewireless.net
NYWireless
http://www.nywireless.net
Consume
http://www.consume.net
FreeNetworks
http://www.freenetworks.org
Elektrosmog
http://www.elektrosmog.nu
Wireless Communities
http://www.personaltelco.net/index.cgi/WirelessCommunities
Estándar 802.11
http://grouper.ieee.org/groups/802/11
"The unofficial 802.11 security web page"
http://www.drizzle.com/~aboba/IEEE
Wireless Ethernet Compatibility Alliance
http://www.wi-fi.org
OpenAP (programas libres de creación de nodos)
http://opensource.instant802.com
 

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