CON DATOS Y A LO LOCO
 

Mercè Molist
"Esta página ha sido censurada por la Agencia de Protección de Datos, que ha obligado a la Asociación Contra la Tortura y a Nodo50 a retirarla de su dirección habitual, bajo amenaza de una multa de 50.000.000 a 100.000.000 ptas". Esto es lo único que queda en la web de la Asociación Contra la Tortura (ACT), esto y las direcciones de una veintena de sitios en todo el mundo que albergan "mirrors" (copias) de la página clausurada. La publicación ahí de una lista de más de mil policías españoles denunciados por torturas ha sido la causa de una guerra de datos como no se había visto en el ciberespacio.

Todo empezó en 1997, cuando la ACT decidió publicar en Internet sus informes anuales. Pasó el tiempo hasta que, a principios de este año, entró en vigor la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD). El 2 de marzo, la Dirección General de Policía y un sindicato denunciaban, ante la Agencia de Protección de Datos (APD), que en la web de la ACT se publicaban listas de nombres de funcionarios de prisiones, de la Policía Nacional, municipal y autonómica, la Guardia Civil y responsables políticos, implicados en casos de tortura. Una semana después y sin previo aviso, dos inspectores de la APD se personaban en el proveedor Nodo50, para "llevarse los contenidos del directorio web de la asociación, sin orden judicial y bajo amenaza de una infracción de carácter grave recogida en al artículo 44.3.j de la Ley Orgánica", según el proveedor. Dos días después, el director de la APD, Juan Manuel Fernández, auguraba en la prensa el cierre de la web: "Nadie, salvo las Administraciones Públicas competentes, puede almacenar datos sobre infracciones penales o administrativas".

Mientras, los ánimos se caldeaban en el grupo de noticias es.soc.org.policia, donde participan agentes de distintos cuerpos. Anónimamente, se publicaban allí nombres, direcciones y teléfonos de responsables y abogados de la ACT, Nodo50, Solidaridad para el Desarrollo y la Paz (Sodepaz) y la Comisión Pro-Libertad de Expresión. "Sé que me pongo a su altura, pero ¡que se jodan!", afirmaba uno de los posteadores, mientras otro explicaba: "Les he mandado mensajes en tres de sus buzones. Supongo que tardarán un poco en leer los 32.000 mensajes que mandaba cada vez que hacía 'click'". Y amenazaba otro: "En la calle os tenemos que respetar vuestros derechos, pero aquí....jajaja, es otro cantar".

La Internet alternativa montaba asimismo la respuesta digital, en forma de "mirrors" o copias de la web de la ACT, alojadas en servidores italianos, canadienses, ecuatorianos o estadounidenses, y la difusión de los hechos en listas y boletines como GILC Alert, de la Global Internet Liberty Campaign. Fronteras Electrónicas, miembro de esta coalición, matizaba en un comunicado que si bien "la publicación de cualquier tipo de listas negras constituye una vulneración de los límites éticos de la información, una lista de nombres no es un fichero que permita el tratamiento automatizado de los datos. La información publicada por la ACT no difiere en absoluto de la que puede encontrarse en un periódico que hable sobre el caso Lasa y Zabala".

A pesar de ello, el 18 de marzo llegaba la orden de cierre de la web y en la ACT se pasaba de la sorpresa a la indignación. "Hemos presentado un recurso ante la Audiencia Nacional. Pedimos el amparo de nuestros derechos fundamentales. Queremos que sea un tribunal quien decida si debe cerrarse una web, no la administración. Tenemos la razón y nos defenderemos hasta el final, si es necesario en Estrasburgo. No nos intimidan en absoluto", asegura Jorge del Cura, presidente de la asociación y conocedor de su actual papel de símbolo: "Hoy somos nosotros, pero mañana pueden ser otros".

Los informes que confecciona la ACT desde 1990, citados en estudios de la ONU, el Consejo de Europa, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos o Amnistía Internacional, eran también conocidos por los ministerios de Justicia e Interior, a los que se envían copias. "Nunca había habido problemas, las sentencias son públicas, nunca ningún funcionario nos pidió que quitásemos su nombre", afirma Del Cura, a la par que destaca las positiva respuesta de la red: "Ha sido emocionante, impactante. Nos han contactado colectivos internacionales, en una semana tuvimos 7.000 visitas, más que en toda la vida; ha habido también una reacción espectacular de copias de la web, algunos sin ni saber qué copiaban; Human Rights se ha ofrecido a traducirla al inglés, francés e italiano... Les ha salido mal la jugada, han acabado haciéndonos propaganda".
 

Asociación Contra la Tortura. http://www.nodo50.org/actortura
Censura ACT. http://www.nodo50.org/censura_act
Cartel de protesta. http://www.nodo50.org/censura_act/images/cartelapd72ver.htm
Formulario para enviar mensajes de protesta a la AGP. http://www.nodo50.org/censura_act/formularios.htm
Agencia de Protección de Datos
http://www.ag-protecciondatos.es/
Formulario para enviar mensajes de protesta a Nodo50
http://www.geocities.com/Athens/Parthenon/9938/mensaj.htm
Amenaza de formulario de búsqueda de antecedentes policiales.
http://www.geocities.com/Athens/Parthenon/9938/consult.htm
news:es.soc.org.policia