"Touché": la añeja tradición en Internet de servicios que ofrecen espacio gratuito a los cibernautas para alojar sus páginas web, como Geocities, Xoom o el español Personales.com, ha sufrido un serio revés en Francia, después que un juez impusiera una desmesurada multa al proveedor Altern.org, que ha provocado su cierre y la desaparición de los 47.634 sitios web que albergaba desinteresadamente.
Mercè Molist
Todo empezó cuando una modelo
francesa, Estelle Hallyday, denunció a Altern.org porque alguien
había publicado 19 fotos suyas, desnuda, en una web alojada por
el proveedor de espacio gratuito. En junio del año pasado, un juez
dictaminó que Valentin Lacambre, creador y mantenedor de Altern.org,
debía eliminar las fotos y comprometerse a que no apareciesen más
en su servicio. Ante la imposibilidad de estar vigilando constantemente
los dos millones de páginas que albergaba, Lacambre recurrió,
esperando una segunda sentencia más benigna. Pero no fue así.
La Cour d'Appel de Paris decidía, el 10 de febrero, que no sólo
era responsable de los contenidos que los cibernautas pusiesen en Altern.org
sino que, además, debía pagar una indemnización de
405.000 francos a la modelo, cuando Lacambre no gana más de 10.000
francos al año.
La pesadilla no había hecho más que empezar. Una semana después, dos nuevas demandas caían sobre Lacambre: por una web satírica sobre la compañía de metro de París y por un mensaje aparecido en un fórum electrónico de la CNT/AIT, sindicato español que también tiene sus páginas en este proveedor. "Asfixiado", según dice Lacambre, decidió cerrar Altern.org, su hijo querido, nacido en 1995 y uno de los pocos servicios de este tipo que albergaba, sin publicidad, desde webs de colectivos de solidaridad con África hasta la de algún grupo de hackers españoles, pasando por fórums zapatistas, la embajada de Francia en Santiago de Chile o la Ligue du Droit des Femmes.
El cierre de Altern.org es un duro
golpe a la Internet alternativa, de
la que el proveedor
era un importante nodo en Europa. Una Internet
venida directamente de y mayoritaria
en los tiempos pioneros, que hoy
queda cada vez más en
minoría, refugiada dentro de las llamadas Zonas
Autónomas Temporales que albergan
gratuitamente información y foros de
grupos solidarios con el tercer mundo,
activistas, ONG's, colectivos a
veces no políticamente
correctos, etc, frente al nuevo fervor
capitalista y deseoso
de regular hasta el mínimo resquicio
del
cibermundo. Una Internet
formada por redes, como APC (la Asociación
para la Comunicación
Progresiva, de la que forman parte
los
proveedores españoles
Pangea y Nodo50) o proveedores solitarios al
estilo de Altern.org,
gestionados por personas que creen, como los
pioneros que acuñaron
la aún hoy vigente expresión "La información
debe ser libre",
en la libertad absoluta de expresión, en el alto
poder, para la comunicación,
la educación y el progreso social, de las
nuevas tecnologías
y en la necesidad de hacer llegar
estas
herramientas a todo el mundo.
El caso ha sido un "shock" para la comunidad cibernauta ya que, en la mayoría de litigios semejantes, se había dado por supuesto que los proveedores no eran responsables de los contenidos que los usuarios pusiesen en sus webs, si no los conocían, aunque sí se les conminaba a evitar, bien monitorizándolas, bien haciéndolo constar en el contrato electrónico de servicio, que no se publicasen textos, imágenes o archivos ilegales, y a eliminarlos o colaborar con la policía cuando se buscase a los autores de estas ilegalidades.
Lacambre también lo hacía pero, según el juez, su caso es diferente porque la web donde se mostraban las fotos de Estelle Hallyday era anónima, aunque él lo niega: "Era tan anónima como otras webs alojadas en otros servicios, donde no se obliga a que los datos que da el usuario sean reales. Además, en mis máquinas tengo las huellas de dónde vienen todos los documentos que se publican. Por tanto, quien puso las fotos no era anónimo, se le podía encontrar a partir de sus huellas, pero nadie lo intentó ni me lo pidió, nadie parecía estar interesado en el autor".
Las reacciones en Francia no se han hecho esperar. Mientras la Asociación de Proveedores (AFA) calificaba la sentencia de "ridícula y grave", otro proveedor francés, Le-Village, veía como, por un caso semejante, la policía se llevaba sus máquinas y encarcelaba durante unas horas a su presidente. Casi al mismo tiempo y cual buitre cibernético, Tripod France, quien también aloja webs gratuitamente, pero con publicidad, empezaba una campaña para atraerse nuevos usuarios, posiblemente los casi 50.000 damnificados de Altern.org.
Hasta 200 grupos alternativos y pro-ciberderechos de Francia, Bélgica, Canadá, Italia, Suiza, Estados Unidos o Alemania, por libre o agrupados en el "Collectif de Soutien à AlternB", alimentan un plan de solidaridad que aumenta por momentos. Se han recogido ya 17.000 firmas individuales contra el cierre del proveedor y 80.000 francos para ayudarle a pagar la multa. Además, un colectivo francés de "webmasters" (responsables de webs) ha convocado a socios y simpatizantes a cerrar sus páginas el próximo 21 de marzo, durante la Fiesta de Internet, en una jornada de protesta.
Según los defensores de los
ciberderechos, lo que está en juego es la Internet no comercial
y de libre expresión, como afirma Meryem Marzouki, de Imaginons
un Réseau Internet Solidaire (IRIS): "Esta sentencia significa la
prohibición de las páginas web anónimas y del alojamiento
gratuito. Sienta jurisprudencia para que la publicación de cualquier
web deba ir acompañada de una autorización preliminar y todas
las webs deban dar detalles y datos de contacto de su autor". Según
los activistas franceses, el 'quid' de la cuestión no está
en las fotos de la modelo sino en el alto contenido político alternativo
que se alojaba en las máquinas de Altern.org, opinión que
comparte David Casacuberta, presidente de Fronteras Electrónicas
España (FrEE): "Internet está llena de gente que viola el
'copyright', con fotos cutres digitalizadas, y no se les dice nada. Esto
es lo que hace sospechosa la operación Altern.org". Además,
dice Casacuberta, "el proveedor no debería ser nunca responsable
del contenido, igual que el cartero no es responsable de las cartas que
lleva. Parece que lo que se quiera es convertir a los proveedores en vigilantes
gratuitos e iniciar una caza de brujas contra la gente que no se adapta
al nuevo orden mundial de la red".
VALENTIN LACAMBRE: "HAY OTROS PROVEEDORES
CON MIEDO"
-¿Por qué puso en marcha
altern.org?
-Porque la libertad de expresión
es muy necesaria, especialmente en Francia, donde todo ha sido siempre
centralizado, la información más que nada.
-¿Y por qué lo ha cerrado?
-Después de la condena por
las fotos de Estelle Hallyday, se me presentaron nuevos juicios por otras
páginas. He tenido que parar el servicio para que no me vengan nuevas
demandas.
-La red está llena de contenidos
pirateados, ¿por qué le han condenado a usted, precisamente?
-Había gente que quería
que hubiese una decisión judicial en la que el proveedor fuese declarado
responsable del contenido. Demandaron a Altern.org porque, aunque era uno
de los proveedores más grandes, era también el más
pequeño, en términos de la vida real (sólo lo llevaba
yo), y por tanto tendría también una defensa pequeña.
-¿Es el suyo un caso aislado
o el inicio de malos tiempos para Internet?
-Según las nuevas regulaciones
en las que trabaja la Unión Europea, los cargos contra Altern.org
desaparecerían. Pero si Francia ha necesitado dos años para
autorizar la criptografía... las buenas noticias no lo son tanto
y hay otros proveedores de alojamiento con miedo a ser los próximos.
-¿Puede ser esto el fin de
la Internet libre?
-Los servicios gratuitos no podrían
soportar los costes de tener que pedir contratos firmados antes de abrir
una cuenta. Además, está la privacidad: mucha información
personal correrá peligro si te obligan a probar tu identidad para
usar estos servicios.
-¿Confía en que, gracias
a las nuevas directivas de la Unión Europea, su caso no se vuelva
a repetir?
-Nadie las ha firmado, aún.
Y, seguro, van a saber a poco a los franceses, muchos querrían ver
allí mencionada la obligación del proveedor de guardar las
huellas de los usuarios y darlas a la policía, si la justicia así
lo reclama.
-¿Va a reabrir altern.org?
-¡Si puedo..! O sea: si puedo
ir a mis próximos juicios con buenas perspectivas para ganar. Esto
significa que, al menos, algún miembro del gobierno debería
hablar sobre las responsabilidades del proveedor, en sesión pública
de la Asamblea Nacional. El ministro de justicia me envió una carta
hace poco, pero con nada que pueda usar ante un juez.
¿PODRÍA SUCEDER EN ESPAÑA?
Imaginar un caso semejante al de Altern.org
en España no es descabellado, según Javier A. Maestre, abogado
experto en cuestiones relacionadas con Internet: "Penalmente, considero
que no se podría hacer nada contra el proveedor, al menos si no
se prueba que éste tenía conocimiento de la infracción,
pero bien pudiera suceder que algún juez determinara en cambio su
responsabilidad civil". La ley española, a falta de adaptarse a
la nueva situación generada por Internet, no distingue entre delitos
cometidos en la red y fuera de ella, ya que un caso de derechos de autor
lo es se refiera a una revista o una página web, indistintamente.
En otros países donde sí
existe legislación específica, como Alemania, Bélgica,
Suecia o Suiza, el proveedor no es considerado responsable de los contenidos
ilícitos, aunque si se entera de su existencia está obligado
a retirarlos. El caso Altern.org ha merecido incluso un pronunciamiento
de la Unión Europea, en un borrador de directiva para el comercio
electrónico, donde se califica la pena de "extremadamente alta"
y la pone como ejemplo de "la necesidad de una regulación armonizada
y no ambigua a nivel europeo" y de "las muy negativas consecuencias que
pueden surgir de la confusión entre los nuevos negocios de la Sociedad
de la Información y los tradicionales como el impresor o editor".
Défense de altern.org.
http://altern.org/defense
Collectif de Soutien à AlternB.
http://www.comite-altern.sgdg.org